Troyans (1993)
Madrid es uno de los paraísos del sexo vicioso y lleno de morbo, hay locales para todo tipo de gustos y los que más me han gustado siempre han sido los de sexo duro o los que tienen noches temáticas y se forman orgías cojonudas. Hace ya bastantes años había un garito, Troyans, donde las fiestas de los domingos eran apoteósicas. Eran fiestas de todos en bolas donde el local estaba casi a oscuras y los encuentros se realizaban en cualquier parte. Llegué temprano ese domingo cuando aún no había demasiada gente, sólo llevaba mis botas y las ganas. La verdad es que fue ver a un par de tío morreando y empalmar como un burro. Había un tipo mayor que no dejaba de mirarme y hacerme gestos, me acerqué a él y cogí su polla mientras apretaba uno de sus pezones, el tío gimió y se lanzó sobre mi boca a morrear. Mientras morreábamos sentí como alguien mordisqueaba mi espalda y bajaba con su lengua recorriendo con destreza mi piel hasta llegar a mis nalgas, me apretó el culo fuerte y separando los